Eso sí, al final se resistió. Llevaba 2 años en el garaje sin arrancar (cosas del coronavirus), y costó horrores arrancarlo para poderlo sacar. La bomba de gasolina se había quedado probablemente gripada al secarse la gasolina y no había forma de que funcionara.
Al final, después de mil intentos de arranque con unas pinzas, y en medio de un invento con un tubo para alimentar el carburador con gasolina de una botella, de repente la bomba empezó a funcionar y el coche salió andando del garaje.
Al día siguiente cuando vino la grúa a llevárselo arrancó sin problemas sin pinzas y a la primera!
En fin, dejo aquí este pequeño recuerdo de lo bien que se movía el motor 1.2 carburado de 60 cv, y lo bien que frenaba con el equipo de frenos del 16v.
Después de coger coches más modernos, me encantaba la sensación de kart que daba al conducirlo.
Pero dos coches viejos eran ya demasiado...